Las ‘expertas’ en discriminar ‘por género’ siguen reconociendo el fracaso de sus políticas, a la vez que demandan (para ellas mismas, claro está), más ‘cuotas’ y ‘paridades’ (Ángeles Carmona, ABC)

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«Las muertes -de mujeres- han subido»

CARMONA, Ángeles, “Las mujeres tienen que estar en los altos cargos de la Justicia”, entrevista de Mercedes Benítez, ABC, Sevilla, 2/12/2013.

La sevillana Ángeles Carmona, nueva vocal del CGPJ, se congratula de que haya igual número de hombres que de mujeres en el órgano de gobierno de los jueces, en vez de que sean elegidos los profesionales con mayores méritos y capacidad. ¿No es sexista juzgar a los profesionales por su sexo de nacimiento? ¿No es discriminatorio contratar, o ascender o promocionar a alguien, en detrimento de otro, por razón de ser hombre o mujer?

También consideramos una obviedad que los ciudadanos merecemos que los cargos públicos estén ocupados por las personas que acrediten mayores garantías, de acuerdo con sus currículos, valía y mayor experiencia. La antigüedad y la sabiduría de los años es lo que explica que los altos cargos de los órganos judiciales estén ocupados mayoritariamente por hombres, dada la tardía, reciente -y afortunada-, incorporación de mujeres a la carrera judicial. Ahora que los ‘del género’ reconocen que la pirámide de edad está invertida y, desde hace lustros, ingresan en la judicatura más mujeres que hombres, siendo ya las féminas mayoría, corresponderán en un futuro cercano, por lógica proporción -e igualdad-, más asientos para las expertas juezas del mañana.

Es de suponer por tanto que, dentro de muy poquitas promociones de nuevos juzgadores, estas chicas que ahora tanta paridad reclaman -y que de ella personalmente se benefician-, tengan la coherencia de exigir también la cuota del 50% masculina. Si ahora conceden mayor importancia a esa igualdad ficticia e inútil entre sexos que llaman “paridad”, en detrimento del mérito, experiencia, capacidad y valía de los profesionales, esperamos verlas reclamar, con la misma vehemencia, que juezas con mayor edad y capacidades queden fuera de los cargos de responsabilidad (en-poder-miento) para dar paso a jueces menos preparados que ellas.

Y espero que entonces también lo denominarán “la necesaria cuota masculina”, y no tengan reparo en llamarlo “igualdad”.

F.O., secretario de la PCI.