Por Javier Taeño | Gaceta trotamundos – jue, 1 ago 2013
Imagen del pequeño Daniel Pelka (West Midlands Police)El infierno de Daniel Pelka, un niño de 4 años de Coventry (Inglaterra), terminó el año pasado. Un infierno que incluía la negación de comida, golpes, lesiones y palizas, como esa última que fue la que acabó con su vida ese fatídico 2 de marzo de 2012.
Un cruel y constante maltrato por parte de su madre y su padrastro que hizo que el pequeño apenas pesase 10.7 kilos en el momento de su fallecimiento, a pesar de que la pareja lo achacó a un desorden alimenticio.
Meses de desnutrición y sufrimiento en los que Daniel fue encerrado en una habitación sin picaportes, alimentado con sal cuando pedía algo de beber, privado de comida y obligado a defecar en su propia cama. Una situación que le obligó a coger comida de la basura en la escuela e incluso a intentar robársela a otros compañeros.
Los culpables de tamaña fechoría tienen nombre y apellido. Magdelena Luczak, de 27 años, y Mariusz Krezolek, de 34, madre y padrastro del niño respectivamente que llegaron desde Polonia a Inglaterra en el año 2006.
“Transformaron a Daniel que era un chico maravilloso en un saco de huesos básicamente. Le golpearon y le dejaron solo en su habitación durante dos días, a morir por su cuenta”, reveló Chris Hanson, de la West Midlands Police.
Y es que 14 meses antes de su muerte, el niño apareció en clase con un brazo roto, que ahora está siendo investigado por las autoridades.
No fue el único síntoma de que algo iba mal en la casa de Daniel. Durante las últimas semanas de su vida, tenía los ojos negros constantemente y su profesor le examinó por tener moratones en el cuello.
Solo 22 días antes de morir, el niño acudió a un pediatra de la comunidad por su demacrado y desmejorado aspecto. Pero nadie pudo evitar el fatal desenlace.
Esa última paliza que Daniel ya no pudo soportar y que le produjo la muerte tras un golpe en la cabeza que le causó un traumatismo craneal.
Ahora, más de un año después del trágico deceso, el Juzgado de lo Penal de Birmingham ha declarado culpable a la pareja de la muerte del niño. El viernes se anunciará la sentencia.
Una decisión que ha llenado de alegría al padre biológico del pequeño que espera que ambos pasen el resto de su vida entre rejas, según contó a Sky News. Parece que Daniel Pelka podrá, por fin, descansar en paz.