Este es un caso mas de los tantos que suceden en nuestro país por culpa de una Ley Integral sobre Violencia de Género, que fue aprobada en 2004 y que constituye una de las aberraciones mas grandes que ha producido ningún pais conocido. Es uno de los ataques más directos y brutales a la convivencia de las personas y en particular a la relación entre hombre y mujer.
Los hombres españoles hemos pasado a ser ciudadanos de segunda, o tercera. Basta una amenaza leve a una mujer, para ser acusados y condenados SIN PRUEBAS, de 6 meses a un año de prisión! Demencial.
Las voces que denuncian estos hechos son calladas en los medios rapidamente. A las mujeres se les otorgan infinidad de beneficios. Léanse la ley. Esta es la desigualdad que buscaban las feminazis. Ahora la balanza se ha volcado peligrosamente hacia el otro lado, y no dudarán en usarla, en la mayoria de veces, como venganza.
El 80% de las denuncias que recibe la policia o la guardia civil por maltrato son falsas (pregunten en los cuarteles y las comisarias), y se producen en mitad de un proceso de divorcio. La razón es obvia. Una vez en el calabozo, sin posibilidad de defensa, apartado de tu familia, pasas a ser un sinderechos de nada, con antecedentes penales. Apartado y marcado, como los judíos en la segunda guerra mundial. Una ideología perversa que se ha colado como un cáncer en la sociedad y que está produciendo todos los días dramáticas historias, como la de nuestro compañero Iñaki. Te envio mucho ánimo compañero. Me parece un disparate como ha funcionado la “justicia” en tu caso. En otros es mucho peor, pues hay hijos e intereses económicos que el juez no duda en otorgar a la madre. Hay padres que te pueden contar estar viviendo un auténtico infierno.
Lamento decir que no confio en la justicia. AL menos no en esta. Porque se basa en unas leyes inconstitucionales, irracionales, y lo que es peor, inmorales. Aprobadas por un gobierno inepto, manejado por personas ineptas, que por no cargar con ninguna responsabilidad van pasando el problema de unos a otros. Unas leyes aprobadas con la complacencia de la oposición. De aquellos barros, estos lodos. Y hablo con concimiento de causa. Yo también fui esposado y encerrado, y mi único delito fue que decidi acabar con la relación que mantenia. Jamás puse una palabra más alta de otra y traté de ser dialogante. El resultado del despecho fue una denuncia que me hizo reflexionar sobre muchas cosas que estan pasando en este pais. Tuve tiempo en el calabozo. Tuve que cambiar hasta de ciudad para evitar estar entre rejas cada semana porque ponia denuncias cuando se le antojaba. Y todo ello con la complacencia de todos los actores políticos (policia, abogados, jueces, legisladores…) que por lavarse las manos siguen actuando en este circo kafkiano que han montado entre todos.
Debemos alzar la voz en contra de esta Ley. Este 2014 se cumplen 10 años de su aprobación. Todos los hombres estamos señalados con el dedo de la duda. Basta ya de que se pisoteen nuestros derechos y nuestra dignidad. Hay que proteger a las victimas de maltrato, no me cabe duda. Pero no de este modo. Es como apagar un incendio, con una bomba. El resultado a la vista está, no puede ser peor.
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